«La obsesión contemporánea por la salvaguarda de la memoria es absoluta. Todo se registra o archiva por miedo a que el olvido arrase con nuestros recuerdos. Ese miedo a que nuestro sistema de almacenamiento humano falle, hace que deleguemos cada vez más en las memorias digitales en las que almacenamos de manera indiscriminada todo aquello que se pueda archivar desde teléfonos, nombres, vídeos, fotos, grabaciones, etc.»

[Detalle del vídeo]