El presente se convierte en pasado en el mismo momento en el que acabas una acción, siempre vives un pasado, sólo vives el futuro como fruto del imaginario porque este deja de ser tal cuando pestañeas.
Vivimos apegados eternamente a un pasado,a una sensación inalcanzable e irrecuperable. No porque no queramos deshacernos de esa sensación sino porque somos incapaces de desecharla para dar rienda suelta a nuevas experiencias y sensaciones.
Anclada al pasado.
La memoria es imborrable y latente: duele, rie, llora, ama…